El requisito número uno para una grasa es que lubrique muy bien.
Para que lubrique realmente bien, una buena grasa necesita moléculas que fluyan unas sobre otras fácilmente (menos arrastre) y cubran la superficie metálica completa y uniforme, para evitar el contacto metal con metal (lo que resulta en el desgaste de las piezas).
Charla técnica, nuestras bases han sido formuladas a partir de ésteres sintéticos de marcada polaridad.
Ok... ¿quién es éster y por qué está en tu aceite?
¡Éster no es una mujer, es una variante del aceite sintético! los ésteres son más caros que los aceites sintéticos porque todos los ingredientes deben recogerse de fuentes naturales y luego sintetizarse en cantidades mucho más pequeñas que el aceite sintético normal.
La razón número uno para utilizar el aceite de éster es lo bien que se adhiere a las superficies. el aceite de éster tiene un enlace electroquímico porque la molécula de éster es polar, como un imán de nevera. es atraído por el metal y se pega como la mano de Peaty´s a una pinta fresca de Yorkshire Ale.
Además, debido a esta carga electroquímica, la grasa se distribuye naturalmente uniforme sobre una superficie ya que cada molécula se repelerá una a la otra, como tratar de empujar dos extremos positivos de un imán juntos.